La Republica de Indonesia nació el 17 de agosto de 1945 con la proclamación de la independencia de las Indias Orientales Neerlandesas por Sukarno y Muhammad Hatta. Sukarno pasó de la democracia hacia el autoritarismo y mantuvo su poder a base del constante enfrentamiento entre las fuerzas armadas y el Partido Comunista de Indonesia (PKI).
El 30 de septiembre de 1965, un intento de golpe de estado fue contrarrestado por el ejercito, quien dirigió una violenta campaña anticomunista, durante el cual se atribuyó al PKI el intento de golpe de estado y el partido fue disuelto.
Entre 500.000 y un millón de personas fueron asesinadas durante estos enfrentamientos. El jefe del ejército, el general Suharto, suplantó al ya debilitado Sukarno y en marzo de 1968 fue nombrado formalmente presidente. La administración del "nuevo orden" fue apoyada por el gobierno de Estados Unidos, y alentó a la inversión extranjera directa en el país, un factor importante para el crecimiento económico en las tres décadas posteriores. Sin embargo, el "nuevo orden" autoritario fue ampliamente acusado de corrupción y represión violenta de la oposición política.
La película muestra propio esta violenta campaña anticomunista, contada desde el punto de vista de dos preman (gángsters), Anwar Congo y Adi Zulkadry, directos responsables de la matanza de centenar de hombres, y que hoy son respetables miembros de organizaciones paramilitares de la Republica de Indonesia.
Anwar Congo y Adi Zulkadry abastecen demostraciones y informaciones para el documental, pero no solo, ellos ponen en escena sus crimines como protagonistas de una película.
Es una de las pocas películas que cuente un tragedia histórica a través de los mismos hombres que hicieron las matanzas.
Anwar y sus ex cómplices crean en guión, interpretan ellos mismos, y incluso personifican las victimas.
Parece paradójico, pero ellos vuelven a recorrer su pasado y una tragedia humana en la cual fueron tristemente los protagonistas. Es la ocasión para mostrar al mundo como un régimen que se funda sobre crimines contra la humanidad, el cual nunca fue perseguido, cuente ello mismo para entrar en la historia.
Es un documental que molesta a los espectadores, pero necesario, parece imposible que unas personas que han matado centenar de hombres puedan hablar de su obras, y sobretodo volver a recorrer a través puesta en escena.
Algunos, entre los protagonistas, empieza a arrepentirse de su pasado, otros se interrogan preocupados de la reacciones que la película podría generar en la opinión pública.
Emerge Anwar hace un viaje en el profundo de sus emociones hasta cuando, al final del documental, parece probar por la primera vez en su vida un profundo remordimiento. El va otra vez en los lugares en los cuales hizo las matanzas, empieza a llorar, se siente mal, intenta vomitar, pero no lo consigue.
Sin embargo esto remordimiento parece un poco forzado. Hasta que punto uno puede probar la culpa después decenas de años? Necesitaba una película para pensar? Necesitaba otro punto de vista? No se, hasta que punto uno pueda matar centenar de personas y arrepentirse después años. Tal vez puede ser que al empezar aceptó ser uno de los protagonistas, pensando que pudiera ser una película de propaganda (como se suele hacer en la Republica de Indonesia), pero luego girando el documental entendí que se trataba de un trabajo opuesto. Y al final el, Anwar, no podría aparecer como un moderno SS, sino como un hombre que en XXI siglo se arrepintió de sus trágicos crimines.
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